En agosto de 1938, las autoridades alemanas decretaron que,
el 1 de enero de 1939, los hombres y las mujeres judíos que tuvieran nombre de
origen “no judío” debían agregar a sus nombres “Israel” o “Sara”, respectivamente.
Se exigía a todos los judíos que llevaran identificaciones que indicaran su
origen judío y, en el otoño de 1938, se sellaron todos los pasaportes judíos
con la letra identificadora “J”.
Hoy, 27 de enero es un día para recordar a todas las
víctimas de la barbarie. víctimas que lo fueron por el hecho de pertenecer a un
pueblo, el de Israel; y al mismo tiempo a las víctimas de todos los pueblos,
que por su etnia, por su tendencia sexual, por negarse a renunciar a sus
raíces, a su identidad, a sus convicciones... víctimas por desafiar y luchar
contra el Holocausto, por proteger o rescatar a otras víctimas... todos seres
humanos torturados, sometidos a las más terribles y hasta entonces
inimaginables atrocidades...
Dentro de los actos del Día Internacional de Conmemoración
del Holocausto, Yad Vashem, el Centro Mundial de Conmemoración de la Shoá en
Jerusalén, ha presentado en la sede de las Naciones Unidas “El Libro de los
Nombres de las Víctimas del Holocausto” (Vídeo)
La instalación contiene los nombres ordenados alfabéticamente de 4.800.000 víctimas del Holocausto que actualmente están documentadas e incluidas en la Base Central de Datos de Nombres de Víctimas de la Shoá de Yad Vashem. La longitud total de «El Libro de los Nombres» es de 8 metros.
Les arrebataron la vida, pero los nombres permanecen en
nuestra memoria.
Al final del Libro hay páginas en blanco simbolizando a más
de un millón de víctimas, cuyas identidades no han sido recuperadas todavía.