Un estremecimiento recorre las redes, la muerte de Verónica
Forqué nos enfrenta a dos realidades: la primera la importancia de la salud
mental y la segunda la visibilidad de su enfermedad en un programa de TV, en
este caso MasterChef.
Es triste que esta gran actriz, no pudiera más, la presión, también
las burlas elevadas a memes, incomprensión, rechazo… ¿Al servicio del
espectáculo?
La salud mental es algo serio, importante y los medios y las
productoras deberían saberlo. Esa conciencia pública ya sirve de poco para
Verónica Forqué, pero si debe llevarnos primero al respeto y en segundo lugar a
la acción. No trivializar estas situaciones es el primer paso; el segundo reclamar
mayor atención (inversión) en salud mental.
Por Verónica y por todas las personas que sufren.
Interdiversity.
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