jueves, 28 de abril de 2011

Fragmentos de memoria. Detrás de cada persona hay un nombre




IR I Remember. Yo recuerdo a Esther Srul (o Shroll), y comparto su nombre. No puedo subir su imagen, no ha quedado ninguna, probablemente no tendrá descendientes que la recuerden, pero su memoria está viva en el mensaje escrito en las paredes de la sinagoga de Kowel, momentos antes de ser asesinada el 15 de septiembre de 1942 por los verdugos con guantes blancos y manos sucias.
"Las puertas se abren. He aquí a nuestros asesinos. Vestidos de negro. En sus sucias manos llevan puestos guantes blancos. Nos sacan a empujones de la sinagoga, de dos en dos. Queridos hermanos y hermanas, que difícil es despedirse de la vida hermosa. Ustedes, los que quedarán con vida, no se olviden nunca de nuestra pequeña y sencilla Calle de los Judíos...."

Este y otros mensajes póstumos están recogidos en la edición original de 1954 de Piero Malvezzi et Giovanni Pizelli, Lettere di Condannati a Morte della Resistenza Europea, con prólogo de Thomas Mann. Existe una versión española traducida por Jaume Reig y publicada por la Editorial Laia en Barcelona en 1972. También en "Estas son mis últimas palabras.... Cartas póstumas del Holocausto", editado por Zwi Bacharach, publicado por Yad Vashem en 2006.

En la revista Questions de Communication, 2008, série actes 5, pp. 237-250, dentro del grupo de investigación QUADIRE de la MSH de Lorraine publiqué un estudio titulado, "Gants blancs, mains sales. Hommage à Esther Srul". Un recuerdo a Esther Srul y a los más de 10.000 judíos arrancados de la faz de la tierra de esta ciudad entonces polaca.

Por eso hoy he añadido su nombre en el muro de la Memoria, un evento on line en Facebook promovido con motivo de Yom Hashoah 2011 por Yad Vashem, acto que tendrá lugar el 1-2 de mayo con el lema genérico “detrás de cada persona hay un nombre” que se refuerza con los “fragmentos de memoria”. Si alguien lee este post y sabe algo más de Esther Srul, espero sus mensajes ya que como dijo el autor de Los Hundidos, Daniel Mendelsohn, “Cada recuerdo recuperado de las víctimas es una victoria sobre sus asesinos”

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miércoles, 20 de abril de 2011

Un blog en Juárez y una foto en Haití



La segunda semana de abril ha sido rica y variada en premios periodísticos. Los Premios Ortega y Gasset que otorga El País y los Bobs Awards de la Deutsche Welle. De los trabajos reconocidos-cerca de la veintena- me gustaría destacar dos: la instantánea del fotógrafo de EL PAÍS, Cristóbal Manuel realizada en Haití y el blog de Judith Torrea “Ciudad Juárez, en la sombra del narcotráfico”, que obtuvo el BOB Reporteros Sin Fronteras. Los jurados son bien distintos, en el caso de los BOBS se trata de votación digital. Sin embargo, ambos tienen un valor periodístico común: acercar la realidad de las víctimas sea en una calle de Puerto Príncipe o en los dramas de Ciudad Juárez, donde unas víctimas lloran la ausencia de otras. El blog de Torrea-que ya fue premio Ortega y Gasset en 2010- es un canal de denuncia contra los cárteles de las drogas y la corrupción desde las voces de las víctimas. Aunque ella misma comenta la distancia entre los premios y la terrible realidad de la ciudad fronteriza.
También Cristóbal Manuel transforma su instantánea es toda una metáfora de la soledad y la desnudez de Haití a través de un caminante, la foto es según su autor es “un resumen, una síntesis de lo que estaba pasando y de lo que pasa en Haití, un país ya olvidado y además destruido por un terremoto". De su galería ésta es la menos "evidente". A diferencia de la foto de la mujer tendida en el suelo distribuida por AFP y en coincidencia con la epidemia de cólera, ésta de Cristóbal Manuel no tiene rostro y refuerza la idea de que una imagen conceptual a través de un personaje anónimo posee un gran fuerza icónica y de retrato humano. ¿Quién dijo que el periodismo social no existe?



Foto El País
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lunes, 11 de abril de 2011

Kaka, Messi, Mou y las reinas de Europa















Hoy era un buen día para hacer una excepción en la prensa diaria deportiva, tan enfrascada en el Madrid-Barça. Ayer, un equipo español ganaba en un pabellón ruso una Euroliga, el Halcón Avenida de… Salamanca que se impuso al Spartak de Moscú. Un Campeonato de Europa después de muchos años. Sólo había un problema para expresar en portada la gesta: se trataba de un equipo de basket…femenino.

Sólo una excepción, el diario digital SportYou que abría hoy con “Las Reinas de Europa”.

Efectivamente, nada parece comparable a los pseudoacontecimientos, tipo ruedas de prensa, declaraciones, enfrentamientos imaginarios en las previas de los clásicos futbolísticos, pero es que lo de las jugadoras del Halcón Avenida es un partido, un resultado y un trofeo continental.

Se ha escrito y debatido en torno al binomio mujer y deporte. Con frecuencia aparecen noticias que se centran más en el aspecto físico de las deportistas, cuando no en operaciones galgos. Ya se ha dicho que el deporte femenino no renta, no da “beneficios inmediatos”, no tiene audiencia. La ley del mercado se impone. Incluso las mujeres sólo ven las competiciones masculinas del deporte rey.

Sin embargo también se puede pensar de otra manera, si los medios situaran como referentes a estas jugadoras, probablemente las niñas y jóvenes también querrían imitarlas. Hoy se podría haber dejado un hueco a la gesta, sin embargo ni el estruendo de la Formula 1, ni las deseadas manitas han dejado espacio preferente a la canasta femenina. Sólo una excepción.


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jueves, 7 de abril de 2011

Una víctima Viorela Alexandra

La representación informativa de los casos de violencia contra mujeres es un tema que desgraciadamente no pierde actualidad. Meyers en 1998 enumeró cinco formas de malas prácticas o aspectos no deseables desde el punto de vista periodístico y -por ende- social a la hora de informar sobre los casos de femicidios:


1. Las noticias representan a las víctimas de la violencia masculina como responsables de la agresión,

2. Si se pregunta qué ha hecho la mujer para provocar o causar la violencia,

3. Cuando se excusa al agresor porque “estaba obsesionado” o estaba enamorado o celoso o de cualquier otra forma,

4. Cuando muestran falta de equilibrio en el tratamiento que se le da a la víctima y el que se le dispensa al agresor y

5. Cuando representa al agresor como un loco, un monstruo o un psicópata mientras ignora la naturaleza estructural de la violencia contra las mujeres.


En diversas investigaciones, describimos como indicador preocupante, la minimización del acontecimiento con la presentación de los móviles o la declaración de vecinos que caracterizan de un modo “favorable” al agresor, por ejemplo el caso de Elche, sucedido el miércoles 13 de abril de 2005 en el que un hombre mató a mazazos a su mujer y a sus dos hijos mientras dormían. En un despiece y en negrita las declaraciones vecinales titulan “Era un matrimonio normal” (LP, 14 de abril de 2005, p.3) y en el subtítulo afirma que los vecinos del barrio ilicitano del Pla afirmaban extrañados que nunca escucharon discusiones ni problemas de malos tratos entre la pareja.


¿Qué decir de las opiniones? Hoy el diario El Mundo, atendiendo al clamor social vía Twitter y denuncias generalizadas, ha eliminado el post titulado “Un chico normal”. Nos quedan las hemerotecas, la versión impresa no se puede descolgar, y el recuerdo del nombre de la víctima embarazada de 19 años: Viorela Alexandra, tampoco. Seguiremos trabajando por ella y por tantas otras.

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martes, 5 de abril de 2011

La mecha de la sinrazón

La quema del Corán promovida por Terry Jones y consumada por Wayne Sapp adquiere tintes de fanatismo global, colgada en Youtube, coartada perfecta para otros ataques injustificables y muertes sangrientas en Afganistan. La denominada guerra del Corán recuerda la de las viñetas, tanto por la innecesaria “ofensa” como por la irracional reacción.

Por mi mente pasaron imágenes de Fahrenheit 451, imágenes de hogueras inquisitoriales, imágenes del 10 de mayo de 1933, cuando el régimen nazi ordenó quemar millones de libros de autores particularmente judíos o de izquierda como Sigmund Freud, Albert Einstein, Bertold Brecht, Franz Kafka, Vladimir Mayakovski. Recordé la popular frase de Heine, “Donde se queman libros se acaban quemando personas”.

Intolerancia, fanatismo, intransigencia y apelaciones a la violencia circulan de un modo preocupante a nivel macro y micro. Siempre me he preguntado si podemos permanecer como espectadores ante tanta desmesura. Hace unos días se presentaba en Madrid el informe elaborado por la FCJE y Movimiento contra la intolerancia que trazaba un panorama ciertamente sombrío y preocupante del antisemitismo en España, pintadas, cruces gamadas superpuestas a la estrella de David, boicots, viñetas y marchas insultantes, por citar algunos ejemplos.

A los que argumentan que la libertad de expresión no tiene límites gracias a la red habría que recordarles que no todo vale, ni videos incendiarios, ni grupos que atacan a los que tienen o no tienen creencia religiosa, ni discursos dogmáticos, ni quemas de libros, retratos o banderas, ni discursos negacionistas, ni llamamientos a guerras en nombre de ninguna causa. Habrá que apelar a la responsabilidad social frente a los irresponsables. Por eso, cuando la estrategia del odio campa libremente, va siendo hora de detener/denunciar las soflamas, los insultos, los anónimos, los comentarios y las espirales sanguinarias de la intransigencia. Interdiversity