viernes, 18 de febrero de 2011

La letra pequeña


El mismo escalofrío sentido hace cinco años ante el sorprendente titular: “Cuadrúpedos humanos en Turquia”, antesala del reportaje que emitiría diez días después la BBC, y ante la imposibilidad entonces de deslindar el interés científico del singular “descubrimiento” de Uner Tan, de la Escuela Médica Universitaria de Cukurova, publicado en el International Journal of Neuroscience , de la promoción por parte de la cadena televisiva; se puede revivir estos días al leer:“El pueblo que no crece tiene la clave contra el cáncer y la diabetes”, sobre un estudio realizado en una población de los Andes, en Ecuador. El seguimiento durante dos décadas a 99 personas que padecen el síndrome de Laron, que afecta al crecimiento, ha desvelado que probablemente sea la causa de que no hayan tenido cáncer y ni diabetes. Sin entrar en la investigación propiamente dicha publicada en Science Translational Medicine, si me quiero detener en la declaración de unos de los investigadores Jaime Guevara Aguirre, que en páginas del diario El Mundo pide tratamiento para 30 niños con esta mutación (el tratamiento sólo puede administrarse en la infancia) "Con el factor de crecimiento podrían alcanzar un 80% de la estatura media y hacer una vida normal", subraya. Nadie los ha querido ayudar. Ni las compañías, ni las fundaciones, ni los gobiernos. Es la patética y cruda verdad".
¿ Seríamos capaces de dar la vuelta al componente de rareza-espectáculo y destacar más la necesidad de tratamiento? ¿Quién lo ha impedido hasta ahora? ¿Les condenaremos por ser raros? o nos preguntaremos ¿por qué no padecen determinadas enfermedades?

Enfermedades raras, medicamentos huérfanos, una terminología para reflexionar y cuestionar a los que tienen la posibilidad de dar respuestas. Como en las pólizas de seguros o en los prospectos de los medicamentos, también en las noticias “científicas” hay que leer la letra pequeña.

Nota: El próximo 28 de Febrero es el Día Internacional de las Enfermedades Raras. Historias de vida de los enfermos y sus familiares son dignas de portada
Interdiversity

domingo, 13 de febrero de 2011

Estigma de mujer






Cuando vi por primera vez la imagen de Aisha Bibi en la portada de Time con la joven de mirada fija y nariz arrancada, recordé inmediatamente la carta que aparece al principio de la obra Estigma. La identidad deteriorada de Erving Goffman, un interesante ejemplo para introducirse en el tema del periodismo social y la discriminación por la apariencia física. La carta dirigida a la señorita Corazones Solitarios, probablemente imaginaria, resume el dolor de la mirada ejercida sobre las personas que nacen “diferentes” decía así:
"Tengo dieciséis años y estoy desorientada; le agradecería que me aconsejara. Cuando pequeña estaba acostumbrada a que los chicos que vivían en la calle se burlaran de mí y no era tan terrible, pero ahora me gustaría tener amigos con quienes salir los sábados a la noche como las demás chicas, pero ningún muchacho me va a invitar, porque aunque bailo muy bien, tengo una linda figura y mi padre me compra lindos vestidos, nací sin nariz.
Me siento y me observo todo el día y lloro. Tengo un gran agujero en medio de la cara que asusta a la gente y también a mí; por eso no puedo culpar a los muchachos de que no quieran invitarme a salir con ellos. Mi madre me quiere pero se pone a llorar desconsoladamente cuando me mira. ¿Qué hice yo para merecer esta terrible desgracia? Aunque hubiera hecho algo malo, nada malo hice antes de cumplir un año, y sin embargo nací así. Le pregunté a mí papá me dijo que no sabía; pero tal vez algo hice en el otro mundo antes de nacer, o quizá me castigaron por sus pecados. Eso no lo puedo creer porque él es un hombre muy bueno. ¿Debo suicidarme? "
Si la carta muestra la angustia de esta adolescente discriminada por no tener nariz; la fotografía premiada por World Press Photo 2011 es un icono de la violencia ejercida contra las mujeres. Aisha no nació así. Es una historia distinta y real. Su marido le arrancó la nariz y las orejas porque quería huir de los malos tratos. No se hicieron esperar las voces críticas, sobre la politización de la imagen, sobre Afganistán. Tampoco se silenciaron las voces que defienden la fuerza de la foto-prueba que denuncia el estigma provocado. Aisha tiene una “nueva nariz”, pero la imagen de la fotografa Jodie Bieber permanecerá en nuestra retina como testimonio de la crueldad ejercida contra las mujeres.
Interdiversity

lunes, 7 de febrero de 2011

Omar y los retornados

No sé si será que estoy afectada por el lenguaje choni de las “princesas de barrio”,-lo llaman docu-show- pero todavía puedo distinguir un titular desafortunado como “La marcha atrás de Omar” para narrar el hecho noticiable de que ¿por primera vez? un inmigrante pretendía saltar la valla de Ceuta en dirección a Marruecos. Me recordó la película de Aristarain “Un lugar en el mundo” y las dificultades de descubrir ese lugar.

Varios autores han dedicado sus columnas, mezclando rareza con crítica política, en particular coincidencia con la llamada laboral alemana a los jóvenes cualificados, en la misma semana del “Vente a Alemania Pepe” y también muy cercano a las declaraciones de Cameron, en sintonía con Angela Merkel: “el multiculturalismo británico ha fracasado”. Parece que hemos avanzado poco con titulares como el de Omar.
Pero vayamos un poco más al meollo de la información que demuestra que, sea de ida o de vuelta, la fuente es siempre institucional. Otro detalle dormía en las escolleras del puerto. Claro, el desenlace es el previsible, la detención. En el colmo de la paradoja, algunos medios recuerdan al inmigrante que puede acogerse al retorno social. Por cierto, hay tres categorías de retornados.
Sin duda la película de Omar es bien distinta a Said o las Cartas de Alou, magníficos trabajos de Llorenç Soler incluso que las Extranjeras de Helena Taberna. Tendremos que renovar la filmografía para reflejar a los retornados. Con ellos, de alguna manera, retrocedemos todos.
Interdiversity

miércoles, 2 de febrero de 2011

La “tortilla” de Top Gear y la linier


Los conductores del programa Top Gear, en la emisión del pasado 30 de enero, con su estilo humorístico, sacaron en antena todos los rancios estereotipos y prejuicios atribuibles a los mexicanos.


Estamos acostumbrándonos a un estilo “divertido” que pasa a ser insultante. No hay que ser “políticamente correcto” simplemente respetuoso. Siempre hay alternativas podrían entrar en las características del auto, sus colores, su potencia, sus llantas pero no generalizar con toda la gama de improperios, tópicos y tono jocoso. En el colmo del desatino, incluso presumen de su atrevimiento, ya que el embajador mexicano no iba a reaccionar ya que “dormiría” ante el televisor.

La “tortilla” es un ejemplo de la escasa sensibilidad intercultural, cuando oponen las buenas características de los automóviles alemanes o italianos. El episodio de Top Gear no es un ruido intercultural más bien es una traca anti-mexicana. El embajador despierto ha calificado los comentarios de ofensivos y ha exigido una rectificación a la BBC. Se suceden las réplicas y protestas.

Por cierto no andan muy finos los comentaristas, hace unos días la víctima fue Sian Massey, una de las dos mujeres que ejercen como linier de la Premier League -creo que en la Liga BBVA no hay ninguna- A Richard Keys y Andy Gray de Skysports, les “traicionó” el micrófono en el partido Liverpool-Wolverhampton, cuando dijeron “Pero si las mujeres no saben del fuera de juego”. Los comentarios machistas y la consiguiente polémica trajo consigo una suspensión cautelar. Aquí también tenemos ejemplos autóctonos. Recordemos a Manolo Lama con el mendigo en Hamburgo o a Maria Escario y los inmigrantes que celebraban el triunfo español en la Plaza de Colón. Ambos se disculparon. Pero, no son simples anécdotas. No hay que despreciar el sentido global de las emisiones y programas deportivos y la diversidad de la propia sociedad receptora.

Como dice Phil Ball, el autor de “Morbo” a los británicos les cuesta entender un universo tan complejo como el futbol español, no lo sé, quizá otra generalización. Lo que está claro es que los comentaristas de Top Gear despreciaron no sólo a los ingenieros mexicanos del Mastretta MXT y ni los de Skysports, se despacharon sólo con la juez de línea, que por cierto pitó muy bien. Aunque la polémica le está pasando factura. Pensar antes de hablar.

Fdo. Interdiversity
Nota: ¿un ardid publicitario ? Esperando rectificación.
La BBC se disculpa. Esto es humor.