lunes, 28 de febrero de 2022

Olena Kurilo





La primera foto icónica de la tragedia que vive Ucrania capta a Olena Kurilo, una maestra de 51 años de Chuhuiv, en la región oriental de Kharkiv, con la cabeza envuelta en vendas y el rostro manchado de sangre. Decenas de medios la han llevado a su portada, Olena escapó por poco después de que un misil ruso impactara en su casa.


La guerra en Ucrania está dejando escenas dramáticas y situaciones emocionalmente difíciles. Es el caso de una intérprete ucraniana que, en plena traducción en directo para el canal de televisión alemán WELT, no pudo dejar de emocionarse ante las palabras del presidente ucraniano, Volodimir Zelenski.

En un momento del discurso, cuando Zelenski decía "Los ucranianos sabemos exactamente lo que estamos defendiendo...", la traductora se quebró.

De fondo se escuchó el llanto de la intérprete, que al acabar las imágenes de Zelenski pudo articular un "Entschuldigung..."  (en alemán, ‘lo siento’), cuando volvió la conexión al plató.

Dos situaciones que reflejan el dolor, como las de miles y miles de refugiados que sufren de la sinrazón, personas como tu o como yo. La indiferencia no es una opción. Como decía Elie Wiesel: ‘La indiferencia puede tentar, incluso más que eso, seducir. Es mucho más fácil mirar lejos a las víctimas. Es tanto más fácil evitar tales interrupciones groseras para nuestro trabajo, nuestros sueños, nuestras esperanzas. Es, después de todo, torpe, una inconveniencia, estar implicado en el dolor y la desesperación de otra persona’.

Por eso ‘la indiferencia no es un principio, es un final. Y, por lo tanto, la indiferencia es siempre el amigo del enemigo, beneficia al agresor, nunca a su víctima, cuyo dolor se magnifica cuando él o ella se siente olvidado’. Por eso hoy no podemos mirar hacia otro lado. Interdiversity

jueves, 17 de febrero de 2022

Khawla, 14 años



Un nuevo feminicidio ha sacudido la localidad jienense de Alcalá la Real y a todas las personas que queremos que acabe esta lacra social. El relato de los hechos estremece: Khawla de 14 años ha sido presuntamente asfixiada por un joven de 22 años de la misma localidad, con antecedentes policiales por violencia de género. De la autopsia ha trascendido que la chica tuvo una muerte violenta y se baraja la asfixia como causa más probable.

La muerte de Khawla, o como la llamaban sus amigos ‘Jaula’ viene a sumarse a otros tres casos ocurridos en 2022 y a las 1.129 mujeres que se contabilizan desde 2003, desde que hay un registro oficial en España.

Los orígenes diversos: ella de familia marroquí y él de familia dominicana, podrían hacer pensar que el suceso tiene connotación xenófoba, lo cual ha quedado totalmente descartado por la investigación.

Las manifestaciones y las reacciones se suceden. La juventud de la víctima, la desgarradora la imagen de la madre en una manifestación espontánea, las declaraciones institucionales como la del ayuntamiento de Alcalá la Real: ‘Esta noche, la vida de una joven alcalaína de tan solo 14 años ha sido sesgada, y con ella perdemos una parte de nuestro futuro como sociedad. Khawla tenía una vida cargada de ilusiones, de futuro, de proyectos para compartir con el resto. Khawla era una estudiante ejemplar y querida por todos sus compañeros que hoy quedan desolados junto a su familia y toda la sociedad alcalaína. Era un ejemplo de integración entre las diferentes comunidades que conforman nuestro municipio. Por ella y su ejemplo, debemos seguir luchando contra el odio, la intolerancia, el abuso y la violencia' aparecen en las noticias sobre el curso de la investigación.

Uno de los aspectos más preocupantes a nivel informativo es la duda instalada en un primer momento  en algunas noticias sobre si la adolescente y el joven  mantenían una relación previa. ¿Acaso eso cambia la gravedad del caso? Ahora se apresuran a descartarlo. Pero  la especulación  en estas circunstancias es grave.  Ni una más, ni una menos. Interdiversity