martes, 25 de enero de 2022

27 de enero: Memoria, justicia y compromiso

El 27 de enero se conmemora el Día Internacional en Memoria de las Víctimas del Holocausto. Este año se cumple el 77 aniversario de la llegada de las tropas soviéticas al campo de exterminio de Auschwitz-Birkenau.

La conmemoración es una verificación de la identidad. Es el momento en el que la ciudadanía comparte valores y principios comunes. Pero la conmemoración no es sinónimo de conocimiento. La realidad que se evoca es demasiado violenta.

Es un día de compromiso con las víctimas, con los supervivientes y los justos, compromiso con todas las personas que sufren, cuya identidad es señalada, borrada o despreciada.

Inevitablemente nos van abandonando algunos que lucharon lo indecible para coger las fuerzas necesarias para relatar y alertar al mundo. Cuanto más se aleja de nosotros en el tiempo esta tragedia, y a medida que los supervivientes desaparecen, mayor es la necesidad de enseñar qué significa esta parte de la Historia para el presente.

El historiador Georges Benssoussan se pregunta: ¿para qué una historia de la Shoah si no es para evitar que se reproduzca?

El Premio Nobel Elie Wiesel, superviviente de Auschwitz, donde murieron sus padres y su hermana pequeña, dijo “peor que el olvido es la indiferencia”. Podríamos añadir peor que la indiferencia es la banalización.

Aquellos que hoy no comparten la Memoria del Holocausto llegan a producir un profundo estremecimiento, porque no se trata sólo de recordar una parte de la historia en la que las principales víctimas fueron judías, sino también porque olvidar, negar o comparar el holocausto, significa renunciar a proyectar sociedades basadas en la no discriminación.

En estos tiempos de pandemia, hemos visto resurgir manifestaciones antisemitas y negacionistas en algunas pancartas, en algunas paredes de Europa, de tantos otros países; en las webs ultras o en otras que alientan el odio hacia los judíos. 2021 ha registrado un incremento significativo de actos antisemitas. La estrategia del odio permanece viva hoy, son pocos, pero siguen con los mismos clichés. Ahora vemos la estrella amarilla con el lema ‘No vaccin’. Incluso hace unos días la ONU aprobó una resolución para condenar el negacionismo del Holocausto.

Claude Lanzmann advirtió “El Holocausto es único porque erige un círculo de fuego en torno a sí. Un límite que no es lícito transgredir porque una medida determinada, absoluta, de atrocidad es intransferible, quien lo hace es culpable de las peores de las transgresiones”.

Es necesaria hoy más que nunca una memoria solidaria, memoria para enfrentarse a los tópicos contra los judíos, una memoria para denunciar el antisemitismo y el negacionismo, una memoria ciudadana y una memoria enseñada para las generaciones presentes y futuras

Para recordar que nada justifica el desprecio de un ser humano, por su etnia, por su tendencia sexual, por negarse a renunciar a sus raíces, a su identidad, a su aspecto exterior, a sus convicciones... El 27 de enero hay que apostar por la memoria y la solidaridad.

La memoria viva es un compromiso con el presente. Interdiversity

En la imagen: Autorretrato con pasaporte judío (1943) de Felix Nussbaum  (Osnabrück 1904–Auschwitz 1944) 

4 comentarios:

  1. Una reflexión que nos invita a todos a reflexionar a su vez. Gracias!

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  2. Había escuchado que el pasado cuando, a través de la memoria, se trae al presente produce cambios positivos insospechados. Ojalá se haga verdad con esta con-memoracion.

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  3. gracias Estrella, excelente articulo.

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    1. Como ignorar ni olvidar es un sacrilegio soy judía y toda mi familia de europa. Vivialli ,mi madre francesa tenía un hermano en la guerra y fue muert por los alemanes. Nunca,nunca más.Ni olvido ni perdón.

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