martes, 7 de diciembre de 2010

De Wikileaks y otros escándalos

Hablemos de periodismo de investigación, puede parecer una obviedad pero hace tiempo que no se hace del "auténtico" en la línea de no hay corrupción, no hay ardid que pueda permanecer en el secreto. Hace dos o tres décadas que estamos en el periodismo "beat", el de la nota oficial, el del comunicado de prensa, el del teléfono, el de las declaraciones, el del pseudoacontecimiento, el de los documentos filtrados, pero eso no es investigación. La investigación periodística no es la difusión y la interpretación de los cables, es el hallazgo de la prueba comprometedora que "socava" al sistema político.

Hace una semana se nos presenta con las galas del periodismo de investigación, la megafiltración realizada por Wikileaks, esperabamos con ansiedad los grandes secretos con reacciones planetarias para finalmente quedarnos en la adaptación local de los perfiles de políticos: Zapatero, un lince; Rubalcaba, más lince todavía; Chacón, lista e inexperta y sigue... , una galeria de personajes políticos, y tantos cables como artículos de opinión sobre el tema. Quizá no sea demasiado original, el mismo Umberto Eco concluye su artículo Hackers vengadores y espias en diligencia : "antes, la prensa se esforzaba por descubrir lo que se tramaba en el secreto de las embajadas. Hoy, son las embajadas las que piden informaciones confidenciales a la prensa".

Pero independientemente de entrar en las cocinas de la diplomacia, hay dos rasgos por los que merece la pena detenerse en el "escándalo Wikileaks": la autorreferencia, entendida como elemento de marketing por parte del grupo de diarios embarcados en su difusión y la importancia de las redes sociales para hacer transparente la gestión política. Pero la transparencia ha de ser de temas relevantes, no de impresiones. Si todo ese esfuerzo mediático, promocional se invirtiera en otras historias más cotidianas, pero no por ello menos importantes.
Esos otros escándalos que están todos los días en los diarios pero que no merecen ni un simple twitter. Se admiten ejemplos. Interdiversity

1 comentario:

  1. ¿No será otro caso de "matar al mensajero"?.
    Los mensajeros de la Antigüedad se exponían a perder la vida cuando llevaban noticias infortunadas a los poderosos.
    En este caso ¿alguien ha dicho si los documentos son falsos? ..... entonces ¿quienes son los culpables del lío?, ¿los que escriben en un informe asuntos que no son transparentes o los que los divulgan? .... disculpen la retórica.

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