No podemos terminar el año sin hablar de Isabelle Caro ni de les Veus de la memòria. La primera es la crónica de una denuncia y de un fracaso, un icono de la lucha contra la anorexia que falleció hace un mes, que fue “fotografiada” en 2007 por Oliviero Toscani para Benetton y cuya enfermedad alcanzó carácter global, lo mismo que el enfermo agonizante de Sida, David Kirby, foto choque, foto impacto con el sinsabor de que el final es inminente. La expresión “modelo anoréxica” en muchos titulares es triste y me recuerda aquella pregunta de una lectora ¿soy asmática o tengo asma?, o sea no confundir la persona con la enfermedad es una de las premisas del periodismo social.
Como contrapunto les veus de la memòria, música para activar la memoria, dimensión social, voces de personas enfermas de Alzheimer, que, a pesar de las dificultades, muestran cómo el apoyo social, sanitario y familiar es imprescindible. El año ha tenido estas imágenes, por Isabelle ya no se puede hacer nada, por otras como ella si. Nos quedamos con la historia de superación, de esas voces o de esos labios que aunque no cantan están vivos e invitan a trabajar, a vivir. Bienvenido 2011. Año del voluntariado.
Como contrapunto les veus de la memòria, música para activar la memoria, dimensión social, voces de personas enfermas de Alzheimer, que, a pesar de las dificultades, muestran cómo el apoyo social, sanitario y familiar es imprescindible. El año ha tenido estas imágenes, por Isabelle ya no se puede hacer nada, por otras como ella si. Nos quedamos con la historia de superación, de esas voces o de esos labios que aunque no cantan están vivos e invitan a trabajar, a vivir. Bienvenido 2011. Año del voluntariado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario